Protegiendo a los trabajadores de la industria láctea de enfermedades infecciosas
California es el estado número uno en producción de leche en los Estados Unidos, produce el 19% de la leche en la nación. El Departamento de Alimentos y Agricultura de California informa that California que California tiene más de 1.300 ranchos lecheros con más de 1,7 millones de vacas y más de 18.000 trabajadores para cuidarlas.
La producción lechera requiere una fuerza laboral grande y robusta que trabaje las 24 horas en la sala de ordeña, alimentando a los terneros, cuidando de la nutrición y lidiando con el estiércol, y otras cosas más, al mismo tiempo que se manejan animales grandes y se trabaja con maquinaria.
Cuando se trabaja con el estiércol o con animales enfermos, los trabajadores corren el riesgo de exponerse a patógenos llamados enfermedades zoonóticas, es decir, infecciones causadas por virus, bacterias y parásitos que se transmiten de animales a humanos o viceversa. Las granjas lecheras de California frecuentemente tienen uno o más bovinos infectados con patógenos zoonóticos, que producen la toxina Shiga como E. coli, Salmonella y Cryptosporidium parvum. Estas bacterias y parásitos pueden causar enfermedades moderadas a severas en humanos, como diarrea, calambres estomacales, fiebre y, en el peor de los casos, la muerte.
Para proteger a los trabajadores de la industria láctea del riesgo ocupacional de exposición a patógenos y enfermedades zoonóticas, el investigador de WCAHS Dr. Robert Atwill, DVM, MPVM, PhD y su gerente del laboratorio y estudiante de doctorado, Jennifer Chase, de UC Davis, están colaborando con tres lecherías que funcionan en el Valle Central de California para desarrollar métodos de laboratorio para calcular los patógenos bacterianos que son endémicos en las poblaciones de ganado lechero en las grandes lecherías comerciales de California. El objetivo es calcular simultáneamente estos patógenos específicos mientras se investigan los riesgos de exposición en la población de trabajadores lecheros.
Se recolectaron muestras fecales de varias vacas de diferentes edades (ver figura 1) y se analizaron para calcular cinco patógenos zoonóticos comunes, incluidos E. coli O157:H7, Salmonella, Cryptosporidium parvum, Listeria monocytogenes y Campylobacter.
De los 226 bovinos examinados, el 43 % de las muestras fecales dieron negativo para cinco patógenos zoonóticos, mientras que el 17,3 % tenía coinfecciones con dos o más de los cinco patógenos. Al igual que los bebés humanos, los terneros tienen sistemas inmunológicos en desarrollo, por lo que no sorprende que casi el 50 % (n=49) de los terneros evaluados tuvieran coinfecciones con más de 2 patógenos zoonóticos, o que tuvieran 3,6 veces más probabilidades de infectarse con múltiples patógenos zoonóticos en comparación con vacas en grupos de mayor edad.
Además de identificar patógenos, los investigadores se centrarán en cómo reducir la exposición laboral a patógenos zoonóticos a través de estudios de observación de trabajadores. Las observaciones pueden revelar mejores estrategias para el uso efectivo del equipo de protección personal. Se observará a los trabajadores de la industria láctea mientras realizan sus tareas diarias. Se identificarán las tareas laborales que presentan el mayor riesgo de que los trabajadores adquieran enfermedades zoonóticas para mejorar los protocolos de seguridad agrícola y los controles de ingeniería según sea necesario. Estas modificaciones pueden incluir el refuerzo de los métodos de protección actuales que, como afirma el Dr. Atwill, “hacen que las prácticas de seguridad sean más efectivas y específicas para los productos lácteos”.
Este artículo fue escrito originalmente por el pasante de WCAHS, Anthony Kalife, en 2016 y desde entonces ha sido actualizado por el personal de WCAHS en 2019 con estadísticas recientes y hallazgos de investigación.